Sección principal (dos columnas)

Segeda de Mara es un yacimiento arqueológico donde se han hallado los restos de la ciudad celtibera más importante de los belos, que se extendía por los términos de
y
.

El yacimiento arqueológico tiene una extensión de unas treinta y cinco hectáreas, repartidas en Segeda I en el Poyo de Mara, Segeda II en Durón de
, y los Planos en
. Segeda obtuvo el privilegio de Roma de acuñar moneda de plata y bronce, utilizando su nombre celtibero de Sekaiza, durante el siglo II a.C. y en los inicios del siglo I a.C.

La ciudad de Sekaiza se asentó en la cumbre del cerro del Poyo de Mara, distribuyendo las casas en terrazas en las laderas del cerro de forma escalonada, extendiéndose posteriormente hacia el sur por la zona llana.

La construcción de una muralla para ampliar la ciudad de Segeda fue el pretexto esgrimida por Roma para iniciar la segunda guerra celtibérica y declararle la guerra en el año 154 a.C. Hasta entonces, los cónsules romanos se elegían en los idus de marzo, el 15 de marzo, pero ante la necesidad de ganar tiempo y llegar ante Segeda en verano se decidió adelantar esta elección al 1 de enero. Dicho cambio fue la causa de que nuestro calendario actual comience el nuevo año en dicho día. Los celtiberos, ante la presencia de un ejército de treinta mil legionarios, abandonan la ciudad y huyen a Numancia con sus familias, quedando Segeda sin defensas, fue completamente asolada por los romanos en el año 153 a.C.

En las excavaciones realizadas se ha hallado un lienzo de nueve metros de la nueva muralla de cuatro metros de ancha que comenzaron a construir los segedenses, y que desencadenó la segunda guerra celtibérica.

Se han excavado varias manzanas de casas, entre las que destacan, la Casa del Lagar asentada en una terraza, de dos plantas, tenía seis habitaciones separadas por muros de tapial y adobe, y un lagar en la esquina suroeste; la Casa del Estrigilo, mansión de trescientos metros cuadrados, con once habitaciones en torno a un patio central pavimentado con grandes lajas de yeso.

Situado sobre un pequeño altozano fuera del perímetro de la muralla, se ha hallado el santuario celtibérico, estructura aislada de planta romboidal, cuyos muros se unen en un ángulo de ciento treinta grados. Los celtíberos lo habrían construido alineándolo con el solsticio de verano, los equinoccios, el norte astronómico y la Parada Mayor de la luna.

Tras la destrucción de Segeda en el año 153 a.C., se levantó una nueva ciudad en llano, a un kilómetro de la anterior, en el sitio de Durón, en el término de
, que seguiría acuñando moneda con el nombre de Sekeiza.

El urbanismo y características constructivas de la nueva ciudad son claramente romanas, de planta cuadrangular de unos seiscientos cincuenta metros por cuatrocientos cincuenta metros de ejes, con calles rectas, y amplias casas con mosaicos y paredes con estucos.

La ciudad estaba protegida por una muralla de grandes sillares de yeso, de cuatro metros de ancho, reforzada por un foso de cuarenta y cinco metros de ancho.

La ciudad sería destruida y abandonada durante las guerras Sertorianas, entre los años 80 al 72 a.C.

Fuente:
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