Alarba: Turismo y Ocio, Patrimonio y Cultura, Servicios Turísticos

Alarba: Turismo y Ocio, Patrimonio y Cultura, Servicios Turísticos

6-30-2024 / POR Administrador

La localidad de Alarba pertenece a la
y está situada a 106 Km. de Zaragoza y 844 metros de altitud.

Su término tiene una superficie de 19 kilómetros cuadrados y cuenta con una población aproximada de 161 habitantes, a los que se conoce con el gentilicio de alarbense.

Comprende las entidades de población de Alarba.

La iglesia parroquial de
es de estilo gótico y, aunque fue restaurada en 1760, mantiene su ábside poligonal.

Alarba es el actual nombre de una villa en origen musulmana que fué reconquistada por Alfonso I de Aragón en su campaña de Calatayud a Daroca.

Su nombre en castellano en el siglo XV era: Al Harva. La traducción seria algo así cómo la atalaya, es decir un puesto vigía en una ruta que era la de acceso hacia la sierra. Los datos que les facilito a continuación están comprobados.

Había un castillo árabe, cuya plaza todavía conserva el nombre y las casas de alrededor de la misma eran parte de la fortaleza.

Las construcciones típicas son de tapial y adobe, de clara tradición musulmana.

En la explanada del castillo hubo una mezquita que posteriormente se convirtió en ermita y actualmente es museo del pueblo.

La planta de la misma y restos de cimientos hacen ver que se trata de un recinto con patio, Quibla y Mirat, en el que se ubicaba la antigua imagen de la virgen en la actualidad en la iglesia parroquial.

Del trazado de sus calles puede observarse que la actual iglesia parroquial está construida extra muros del castillo, que estaba en lo alto del cerro dominante de la población que debía extenderse en su arrabal.

Se puede observar el acceso acodado principal al castillo en una de sus calles, y las actuales bodegas bajo tierra de muchas de sus casas, nacen de lo que fue el interior del castillo cómo salidas ocultas del mismo.

Todo el pueblo está horadado en sus entrañas, con construcciones de bodegas seguidoras de la tradición de estos primitivos pasadizos aplicados a lo que durante siglos fue y es su principal riqueza, el vino.

Colaboración de Gregorio Berbegal