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Borja es un municipio de la
, en la provincia de Zaragoza, Comunidad Autónoma de Aragón, que está situado a 63 kilómetros de Zaragoza, la capital, y a una altitud de 448 metros sobre el nivel del mar.

Su término municipal tiene una superficie de 107.3 kilómetros cuadrados y cuenta con una población aproximada de 4.955 habitantes

(padrón municipal de 2016)

a los que se conoce con el gentilicio de borjano.

Comprende las entidades de población de Borja y Santuario de Misericordia.

Borja emplaza su caserío en un cerro alargado en torno a una mole rocosa y el barrio del Cinto.

Las primeras evidencias de presencia humana en la zona se han documentado en la
en La Muela de Borja, y se remontan al año 2200 a.C., época del Calcolítico.

Hacia el año 600 a.C. durante la cultura de la I Edad del Hierro se produce el primer asentamiento en el cerro sobre la cueva de Esquilar, este poblado fue el núcleo original de la ciudad celtíbera de
que se extendió por tres cerros cercanos al actual emplazamiento, La Corona, El Castillo y La Cueva Esquilar.

Este asentamiento celtíbero fue romanizado en el siglo I a.C., la
romanizada se desarrolló en torno al cerro del castillo y la Corona, y se expandió por las laderas del cerro hacia la Torre del Pedernal y La Romería.

Con la llegada de los musulmanes en el siglo VIII, estos pactan con el conde visigodo Casio, gobernador de la zona, recibiendo el nombre de Burya. Los hijos de Casio se convierten al islam para conservar sus dominios, y son conocidos como los Banu Qasi. En época musulmana se apiñaban en la ladera unas cien casas al abrigo del
, rodeadas de una muralla con una sola puerta, y otras quinientas casas estaban protegidas por una segunda muralla exterior que tenía cuatro puertas orientadas a los puntos cardinales.

La conquista cristiana se produce en el siglo XII, permitiendo a los musulmanes quedarse extramuros de la ciudad, conservar sus propiedades y mantener su culto. El recinto amurallado se fue ampliando hacia el llano conforme iba creciendo la ciudad.

En el siglo XII se inicia la construcción de la
, templo románico que se sustituye por otro de construcción mudéjar en el siglo XIV y que fue ampliado en el siglo XV al obtener el rango de Colegiata. Construcciones mudéjares del siglo XIV son también la
que actualmente alberga el
, y la
, de principios del siglo XV.

En los siglos XV y XVI se produce la expansión más importante de la ciudad, se amplía el perímetro del recinto amurallado, la Puerta de Zaragoza o Arco de la Carrera es trasladada hasta su ubicación actual desde el lugar que ocupa el claustro de la colegiata, y en el siglo XVI se construye la Puerta Real o Arco de San Francisco por donde se recibían a los personajes ilustres conforme al ceremonial establecido.

Se construye la Plaza del Mercado que fue el centro comercial de la ciudad durante siglos, donde los agricultores vendían sus productos y se la conocía como plaza de las verduras. Era la plaza más grande intramuros y se la llamaba también plaza de adentro. Destacan sus soportales en forma de arco y adintelados, entre los que sobresalen el Palacio de los Angulo, actual Casa de Cultura, de bella portada labrada en piedra, y el Torreón de los Borja.

Las casonas renacentistas típicas aragonesas van salpicando las calles, dejando bellos ejemplos como el Palacio de los Vera o Casa de las Conchas, que albergó el hospital de peregrinos; el Palacio de Sánchez del Río, antiguo Palacio de los Alberite; la
, sede del Centro de Estudios Borjanos de la Institución Fernando el Católico; casas en la calle San Francisco, la primera en el número 18, y la segunda, Palacio de los Ojeda y antiguo Palacio de los Lázaro, en el número 22, con una gran portada en arco de medio punto en piedra labrada, tres grandes balcones en la planta noble y una galería de arquillos de medio punto rematada con alero volado de madera; o la
situada en la plaza de España, también conocida como el campo del toro, en la que destacan la escalera dispuesta al fondo del zaguán y el salón de los Reyes o salón de Sesiones.

En los siglos XVII y XVIII experimenta un retroceso, siendo reseñables la construcción de los conventos y algunas casas y palacios poco relevantes.

Entre los años 1602 y 1652 la ciudad asiste a un cambio de su estructura religiosa, cuando tres órdenes masculinas y dos femeninas fundan sus respectivos conventos sumándose al de los franciscanos: los agustinos descalzos en 1602, las franciscanas clarisas fundan el
en 1603, el
se funda en 1623, el Convento de los Padres Dominicos se funda en 1636 y las concepcionistas descalzas fundan el
en 1652.

La
formaba parte del Convento de los Dominicos, y alberga actualmente el Auditorio Municipal.

Tras el incendio sufrido por la
en 1775, se reconstruye totalmente en el siglo XIX en un estilo clasicista francés de estela pilarista.

La Iglesia de San Bartolomé Apóstol fue demolida en los años 1960, conservando de su fábrica anterior únicamente la fachada barroca realizada en ladrillo aplantillado en el siglo XVIII.

A finales del siglo XIX la ciudad vuelve a experimentar un nuevo crecimiento con el auge del vino y la llegada del ferrocarril

A cinco kilómetros de la ciudad, en el monte conocido como la Muela Alta, se encuentra rodeado de pinos el
, conjunto formado por la iglesia, el caserón y la ermita del Calvario. En uno de los muros laterales de la iglesia está el famoso Ecce Homo.

A unos cinco kilómetros del casco urbano por el camino de Tudela está
, lago artificial que embalsa las aguas de la acequia de Sorbán para riego, y la casona del vigilante del siglo XVI. Se pueden practicar actividades deportivas y es un sitio ideal para avistar las aves.

Las tradiciones de mayor arraigo en la ciudad son el
, y la
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Borja celebra fiestas en honor de su patrona la Virgen de la Peana, y las fiestas mayores conocidas como Ferias y Fiestas.

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